Contribuye al mantenimiento de los rendimientos zootécnicos en condiciones ambientales no óptimas debido, en particular, a la presencia de coccidios y enteritis no específicos, mantiene el equilibrio de la microbiota intestinal y la integridad de la barrera intestinal y estimula las defensas naturales del intestino.
Limita el impacto de un estrés biótico, asegura el inicio y el final del lote y mantiene el rendimiento durante los periodos de riesgo.
Aumenta el rendimiento zootécnico en condiciones que no son óptimas, estimula las defensas naturales y potencializa el rendimiento zootécnico tras un estrés biótico o abiótico.
Gestiona el estrés oxidativo y de los estados inflamatorios en el periodo periparto y postparto, optimiza la subida de la lactancia y producción de leche para garantizar un número máximo de pezones funcionales y promueve un destete de calidad y una vuelta a la reproducción óptima.